Padre Pedro Richards (31 de diciembre de 1911 Buenos Aires, Argentina – 30 de octubre del 2004, Buenos Aires, Argentina) fue un sacerdote católico argentino, de ascendencia irlandesa y fundador del Movimiento Familiar Cristiano Católico en Latinoamérica, como reforzamiento del sacramento del matrimonio , apoyo para formación y espiritualidad conyugal, e instrumentación para el llamado que presentó el papa Pio XII para proteger a la familia, ante los embates y que el mismo papa aprobaría posteriormente. Su nombre completo era Juan Enoch Pedro Richards Kehoe. El “Chubby”, que era el sobrenombre familiar.

A los 10 años acompañaba a su madre diariamente a misa de 6 de la mañana. Los primeros estudios los realizaron en el Belgrano Day School donde era conocido como “Juan el Terrible” por sus travesuras. Fue boy scout, jugador de rugby con el equipo de Curupaytí, practicó box, tenis y teatro. Vacacionaba en el campo con su tío Joe Kehoe donde adquirió el amor por la naturaleza, y la sencillez de la gente del campo. Por sus orígenes irlandeses hablaba fluidamente el idioma inglés. En 1922 enfermó de gravedad, y su madre hizo una promesa a la Virgen de Luján de entrar de rodillas al santuario, si su hijo sanaba. El hijo sanó y la madre cumplió la promesa. Por eso después, Pedro decía que le debía su vida a la virgen. A los 12 años, la casa de los Richards, era motivo de hospedaje para sacerdotes pasionistas de habla inglesa que evangelizaban la zona, por lo que su contacto con sacerdotes era bastante frecuente, relación que despertó en él la vocación sacerdotal a esa edad. En 1926, ingresó a un noviciado y fue enviado a Córdoba donde estudió filosofía, teología y latín. Trabajó algunos años en una empresa de seguros, en otra realizaba tareas de electrificación. En 1933 se integra a la Congregación de los Padres de la Pasión. Cursa sus estudios en Buenos Aires y Córdoba Argentina. Viaja a Escocia y Edimburgo cursa la licenciatura en Filosofía, pero termina los estudios en Argentina. Es ordenado sacerdote el 25 de agosto de 1940, por el Mons. obispo Juan Pascual Chimento.
En 1948, inicia su actividad en pro de la familia, actividad que nunca abandonará en toda su vida pues el 25 de noviembre de ése año se funda el Movimiento Familiar Cristiano en Argentina, que a la postre, lo llevaría a todo Latinoamérica y después se fusionaría con otros movimientos Familiares Cristianos de Norteamérica Europa y otros países para consolidar el Movimiento Familiar Cristiano Internacional en el mundo. En 1951 realiza el primer Retiro Espiritual en forma de «Encuentro Conyugal» Formal en el convento de las Franciscanas Misioneras. En 1952, es acusado de sentirse dueño de los grupos de matrimonios y se autoexilia en Montevideo. Luego viaja a Roma por haber sido designado capitular de la congregación de los Pasionistas y empieza a establecer contactos con los movimientos familiares cristianos de Europa y Estados Unidos. En 1953, el Consejo Nacional del Bienestar de Estados Unidos, le otorga la condecoración por su labor familiar en América. Eso lo catapulta a nivel mundial. En 1955 la congregación le da total libertad al padre Richards, para que continúe su labor dentro de la formación familiar y la espiritualidad conyugal y consolidación del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) en Latinoamérica. Realiza la adhesión de Venezuela, Brasil, Colombia, Perú, Chile y Paraguay al MFC. En junio de 1957 se forma el primer encuentro del MFC Latinoamericano en Montevideo y se forma el Secretariado General y la Asamblea General Latinoamericana (AGLA) para el cual es nombrado asesor. En 1958 el cardenal y Arzobispo de Guadalajara, México, José Garibi Rivera lo invita a participar y México se suma al «MFC latinoamericano». Su labor continúa hasta integrar también a Ecuador, Bolivia y Cuba. Vendrían a sumarse al MFC Panamá y Puerto Rico. Escribió cientos de artículos y varios libros, entre ellos: Matrimonios en búsqueda de Dios En el misterio de la familia Cristificando la familia A los 90 años en su humildad dijo: “Estoy meditando sobre los dones que he recibido y mi escasa respuesta”. A los 91 años su salud comienza a quebrantarse seriamente. Quedó postrado en silla de ruedas. Luego sufre un derrame cerebral mismo que ofrece su dolor por la labor del MFC, y declara 3 peticiones a Lucy y Jorge Calvo: “Que todas la familias del MFC recen el rosario diariamente»; “Que los obstáculos que encuentren sean piedras que como escalones les permitan ascender hacia Dios”; y “No dejen que se apague la antorcha del MFC”. Falleció a los 92 años, en Buenos Aires. Fue sepultado en el Retiro de San Pablo en Capitán Sarmiento.